sábado, 16 de julio de 2011

Reflexiones de un patagónico sobre las elecciones porteñas


Espejos
Carlos E. Blanco

De repente los porteños se han ofendido porque alguien, una figura pública, dijo que la mitad que votó a Macri "da asco". No les dijo fascistas, como pretenden los medios de comunicación (nacionales) que sólo dan noticias de la Capital Federal. No escribió eso ni lo dijo. Dijo "da asco". Pero claro, lo que haya dicho poco importa. Lo que importa es lo que dicen esos medios, lo que repiten hasta el hartazgo, lo que inventan. Porque si alguno de los que abrió la boca tan sólo porque tienen dos labios hubiera leído el texto que escribió Fito Paéz, habría visto que dijo "da asco". No dijo "son fascistas".

Por cierto señores porteños: de la General Paz para afuera somos muchos los que, si no sentimos asco por esa mitad larga, sí pensamos que tienen un grado de fascismo altísimo en su pensamiento; que demuestran un desprecio enorme por todo lo que no queda en la Capital Federal; que vuestra ignorancia por la realidad del país es ilimitada (esos 3.980.000 kms cuadrados que son la Argentina y a la que uds. con total falta de respeto y desde sus apenas 200 kms cuadrados llaman "resto del país"); que creen que en todos lados se vive como en vuestra ciudad y que berrean y se quejan y le reclaman todo al gobierno nacional mientras por otro lado inflan el pecho y exclaman "somos una ciudad autónoma"; que son ignorantes por elección y que viven desinformados por necedad. Esto es apenas el principio de una lista bastante más larga de lo que sentimos con respecto a nuestra Capital Federal, algunos sentimientos similares a los que describió Fito Paéz.
La única diferencia es que él puso los huevos y dió a conocer e hizo públicas sus palabras y que nosotros no tenemos esa posibilidad. Aunque los huevos los ponemos. Por otro lado sepan disculpar si hago algo tan desagradable como generalizar, pero mucho no queda: el 47% del electorado es mucha cantidad de gente dentro de una ciudad. No me queda otra que generalizar.

¡Y ahora reclaman respeto por los votantes!. La memoria es corta y el olvido es largo. 250.000 porteños se juntaron en el 2008 frente al Zoológico a escuchar a la gente del "campo". Festejaban todos sus insultos, uno por uno. ¡Soñaban con "voltear a la yegua", esa yegua que llegó al gobierno con el 46% de los votos de todo el país!. Salían por los canales de televisión a decir "nos vamos a llevar puesto al gobierno". Amenazaban con meternos una Browning 12 mm en el culo (gracias, gracias, gracias Hernancito. ¡Qué hermosa frase me regalaste!). Entonces, a ver si hablamos claro y nos dejamos de joder y de andar entre algodones, porque Filmus debe cuidar su lenguaje, pero a mi, mi lenguaje me chupa bien los huevos. Se ofenden porque alguien le dijo a 870.000 votantes de la ciudad que les daba asco, pero nada, absolutamente nada les importó en el 2008 ese 46% de la población DE TODO EL PAIS, no de una ciudad, que votaron a Cristina Fernandez como presidente. Entonces ¿de qué carajos estamos hablando?. ¿De dónde sacan, si no es del poder que les dan los medios en los que trabajan, el valor para hablar y decir lo que dicen seres moral y éticamente despreciables como Chiche Gelblung, Luis Ventura, Longobardi o el Feinmann patético?. ¿Luis Majul, Alfredo Leuco, Nelson Castro (su comparación de las palabras de Fito con la dictadura es una de las piezas de cinismo periodístico de más alto vuelo de las que tengo memoria), Bonelli y el otro Ventura?. ¿Desde dónde hablan todos los desinformadores que a diario se dedican a lo que se dedican, que poco tiene que ver con el periodismo?. Claro que puedo imaginar lo que deben sentir al ver que de un lado quien se juega por su pensamiento, quien no teme arriesgar y publica lo que cree es Fito Paez, mientras del otro lado el que abre la boca es El Mago Sin Dientes.

Y llegado a este punto, un llamado para quienes me leen y para mi mismo: basta de Capital Federal. Basta. Basta ya. De una vez y por todas empecemos a construir un país federal y no sigamos con el unitarismo. Basta. No son el centro del universo ni el ombligo del país. Que se lo crean no quiere decir que lo sean. Pero, desde fuera de la General Paz, prestándole tanta atención a una niña caprichosa que nunca está satisfecha por más que lo tenga todo y siempre quiera más, le estamos dando ese status. Crezcamos, convirtámonos en un país federal, pero un país federal en serio y en todo. Si, es muy bonita la Ley de Medios, la que va a abrir el panorama de voces que se van a escuchar. Pero si los que tienen que poner el dinero para que esos medios salgan al aire no aparecen, nos quedamos con la letra muerta.
¿Cuándo será el día en el que algún grupo de rock de los grandes venga a la Argentina y vaya derechito para Córdoba y Rosario y Mendoza y Mar del Plata y no venga "a la Argentina" y se presente como siempre sól y solamente en Capital Federal?. ¿Cuando se dejarán de vender en las provincias esos diarios que sólo dan informanción sobre la Capital Federal que son Clarín y La Nación y Perfil?. En Capital Federal, el Río Negro y el Jornada de Chubut no se venden en todos los quioscos. ¿Por qué entonces esos diarios capitalinos, que traen prácticamente nula información del país, se venden todavía tan bien en las provincias?.

Basta de hablar de temas tan lejanos y además, virtuales. A Macri lo votaron 870.000 habitantes de su ciudad y el PRO es un partido municipal, por más que la CABA tenga estatus de provincia, porque cuando le conviene, tiene ese estatus para hacerse la independiente y autónoma, y cuando no, se caga bien en sus ínfulas autonomistas y le reclama todo al gobierno nacional, del que dicen que son independientes, pero al que le tiran la manga con sus berreos y caprichos insatisfechos constantemente. Y sí, digan lo que digan los infladores profesionales, afuera de CABA el PRO, gracias a Dios y a todos los santos, no existe, aunque uds. no lo puedan creer y aunque TN y C5N digan lo contrario.

Nací en el 63, Yo vengo a ofrecer mi corazón, 11 y 6, Dos días en la vida, El amor después del amor, Mariposa technicolor, Ciudad de pobres corazones, Gente sin swing, Trak trak trak, Lejos en Berlín, Polaroid de locura ordinaria... La lista es interminable. ¿De los soretes, aparte del mal olor que dejan por un ratito una vez que apretamos el botón y se van al pozo ciego, que va a quedar?. Las canciones ya están y estarán para siempre. ¿En 25 años, vas a leer de vuelta el libro de Majul?. ¿O vas a escuchar los "Grandes éxitos de Gonzalez Oro"?. ¿En qué fogón van a tocar una de Santo Biasatti?. ¿Quién va a ir por la calle tarareando la última de Lanata?. ¿Vas a comprarte el DVD con el recital a estadio lleno de Jorge Rial?. ¿Quién extraña hoy a Neudstadt?. ¿Quién extrañará a Grondona?. ¿Y a Morales Solá?.

Nadie.

Y eso los pone locos. Como pone locos al 47% de esa ciudad de apenas 200 kms cuadrados que alguien les diga lo que muchísima más gente de la que creen pensamos y compartimos. Aunque tampoco se hagan muchas ilusiones. No son el centro de nuestro universo. Tampoco para tanto. Apenas estos ratitos en los que, pensando en el país como el país que deseamos, les dedicamos unas líneas. En lo personal, el resto del tiempo prefiero hacer cosas más reconfortantes, como escribir, tocar guitarra, leer, estar con mis amigos, con los vecinos, con la gente que quiero o aprecio. O escuchar la música que me gusta, que a veces, también viene de Rosario.

Del blog Como si no lo supieras

jueves, 14 de julio de 2011

Carta Abierta a Fito Páez (Norberto Galasso)


Estimado Fito:

Comprendo tu reacción, tu bronca, tu explosión en caliente, propia de un artista. Pero así como la comprendo no la comparto. No me da ese asco ese 47% de votos macristas. Me da pena.

En todas las grandes ciudades de América Latina y de cualquier otro país dependiente, las minorías privilegiadas utilizan todo su poder para dominar a los sectores medios, para ponerlos de su lado, para infundirle falsedades. Jauretche lo llamaba la “colonización pedagógica”. Igual que a vos le provocaba grandes broncas, pero distinguió entre los promotores de la mentira y los engañados. Quizás los primeros le dieron asco igual que a vos, los otros le daban pena y trataba de desazonzarlos.

El fenómeno es semejante en Buenos Aires, como en Lima o Guayaquil y otras grandes ciudades. Hay que disputar la influencia sobre los sectores medios y destruir los mitos con los que quieren dominarlos.

Desde los letreros de las calles y los nombres de los negocios (bastar darse una vuelta por la Av. Santa Fe), desde los cartelitos de las plazas y las estatuas de los supuestos próceres, desde las grandes editoriales y los “libros de moda”, convertidos en best sellers por los comentarios pagos, desde la prédica liberal en economía y la prédica mitrista en Historia, desde las geografías exóticas y los literatos que cultivan la evasión y lo fantástico, desde la TV farandulizada y superficial, con mesas redondas de bajísimo nivel político alentada por los dueños del privilegio, desde gran parte de los periodistas vendidos al mejor postor, y académicos y catedráticos tramposos, todo ese mundo domina el cerebro de amplios sectores medios que se suponen cultos, se suponen radicalmente superiores a los “oscuramente pigmentados”, se suponen ejemplo de moral (aunque evaden impuestos, se roban ceniceros de los bares y toallas de los hoteles).
Sobre ellos recae también la literatura que Franz Fannon llamaba de “los maestros desorientadores”. Vos los conocés, los Marcos Aguinis, los Asís, los Kovaddloff, y las peroratas con latines de aquel viejo comando civil que se llama Mariano Grondona y tantos otros.

Pobre gente, Fito. Con todo eso que le tiran encima a la clase media, una buena parte de ella termina votando a Macri. Están presos de un engaño enorme: creen que Macri gestiona (cosa que hace mal o simplemente no hace) y que Macri no tiene ideología (la tiene y bien de derecha). Por otra parte fue el responsable del contrabando de autos cuando dirigía empresas de su padre, además de las escuchas telefónicas, eliminación de becas y subsidios escolares, negociados con empresas constructoras (única explicación de las bicisendas), lo mismo que su molestia porque los hospitales de la ciudad atiendan a gente “morocha” del conurbano.

Se trata además, que cierta parte de la clase media vive su pequeña vida: asegurarse las vacaciones para el verano, lavar el auto los domingos con más ternura que la que le dedica a la esposa, han mejorado su nivel de vida con los Kirchner y no quieren olas, que nada cambie y creen que algo habrá hecho Macri para esa mejoría que tuvieron. No les importa que el hospital público no funcione porque tienen medicina prepaga y han sido formados en el individualismo No les importa que en el Borda se mueran de frío porque tienen estufas de tiro balanceado, no les importa que en las escuelas públicas falten materiales porque sus hijos van a escuelas privadas donde, como “el cliente siempre tiene razón”, aprueban. Además, creen en el dios Mercado – no obstante que el mercado libre del menemismo a muchos los dejó deteriorados o fundidos- pero no comprenden a los sindicalistas y les eriza la piel cuando lo ven a Moyano. Y bueno, son así, Fito. ¿Qué le vas a hacer? Lo que no justifica su asco sino en un momento de bronca.

En la vida es necesario a veces tener asco y tener odio también. Eso me lo enseñó el confesor de Eva Perón, el sacerdote Hernán Benítez. Me decía: Mire m’hijo. Hay que odiar. Hay que odiar a todos los que frustraron el país, lo entregaron, provocaron miseria y represión. Yo, todas las mañanas, me doy un baño, me tomo una taza de café caliente y después me siento en mi sillón y odio... Yo me asombraba y le decía: Pero, Padre, usted es un cristiano... Y el seguía: Sí, odio, (no asco, Fito). Odio a la oligarquía (ya lo dijo también ese talento que es Leonardo Favio en una canción), odio a Bernardo Neustadt, odio al almirante Rojas... Sabe después que bien me siento para el resto del día. Así hablaba un cristiano de la Teología de la Liberación.

Por eso no hay que confundir al enemigo, Fito. Si hay que tener asco, tengámoslos a los responsables del aparato mediático y cultural, los que tergiversaron la Historia y la economía, los que robaron la capacidad de razonar a muchos compatriotas, no a éstos. A estos hay que convencerlos. Con la modestia que usaba Jauretche: Usted tiene que avivarse (vea 6,7,8, escuche a Víctor Hugo). Se lo aconsejo yo -decía-, que no me creo un vivo, sino apenas “un gil avivado”.

Hay que ganarlos, Fito. No ratificarles que pertenecen al bando del privilegio donde está la Sociedad Rural (¿cuando vieron una vaca esos que votaron a Macri?, ¿qué saben de la renta agraria diferencial?), y decirles como operan las grandes multinacionales y ciertas embajadas y las corporaciones mediáticas.

Los necesitamos, Fito. Comprendo tu bronca, la de un artista, Comprendéme a mí, desde la historia y la política.


Te mando un fuerte abrazo. Y te digo: en octubre, ganamos lejos.

Norberto Galasso

Secretaría de Prensa
Corriente Política Enrique Santos Discépolo

Caricatura de pablocarrasco.com.ar


miércoles, 6 de julio de 2011

Enfermedad electoral

Yauhar: “Nación no se olvidó de Chubut, Das Neves olvida hablar con sus ministros”


El subsecretario de Pesca de la Nación, Norberto Yauhar, (referente del kirchnerismo en Chubut) refutó las críticas que hizo Das Neves sobre la falta de ayuda del gobierno nacional a los pobladores afectados por las cenizas volcánicas. Vinculó tales diferencias a una “enfermedad electoral”.

Yauhar recordó que el sábado hubo una reunión entre el secretario de Emergencia Agropecuaria del Ministerio de Agricultura, Haroldo Lebed, el ministro de Chubut de Agricultura, Leonardo Aquilanti y representantes se Sociedades Rurales.

En el encuentro, señaló Yauhar, el propio Ministro firmó un acta donde se acordó una ayuda de 5 millones de pesos para los productores afectados.

El funcionario indicó que esta tarde seguirán las reuniones para instrumentar la distribución de la ayuda.

El Comodorense

Soy la mierda oficialista

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