Chubut: Clima tóxico

De acuerdo con la “cultura dasnevista” el desenlace electoral registró una estética revulsiva, crispada, sospechada. Finalmente, Das Neves presentó al candidato oficialista Martín Buzzi como ganador por un puñado de votos. En paralelo, el postulante del kirchnerismo, Carlos Eliceche, denunció un virtual fraude del dasnevismo y acusó al Gobernador de irregularidades que someterán a las autoridades electorales y judiciales.

En suma, no hubo desenlace y el trámite quedó teñido con las dudas.

Un ciclo

“Nunca menos”, dijo anoche Eliceche rescatando esa suerte de objetivo que remite a la mística peronista y que fue el motor de la estrategia que animó al Frente para la Victoria y que en caso de ganar Carlos Eliceche, cerrará el ciclo del dasnevismo y colocará al propio Das Neves en la lista de potenciales jubilados de la política.

¿Por donde se escurrió la energía del dasnevismo?. La deserción del kirchnerismo empujó a Das Neves al territorio de la traición, un sitial de donde es difícil retornar. Su perfil autoritario en coincidencia con un proyecto hegemónico que atrasa, infectó las relaciones con los otros poderes del Estado y especialmente con los medios de comunicación que fueron sometidos al juego de premios y castigos económicos por parte de los subsecretarios Daniel Taito, primero, y Rubén “Menen” Fernández, ahora.

También esmeriló las posibilidades del dasnevismo el desagrado que provoca en la comunidad la ubicación de familiares en cargos claves. Eso, dicen los expertos, abrió una fisura en el blindaje del oficialismo. La gente nunca pudo digerir el itinerario privilegiado que recorrió, desde la nada, la ahora senadora Graciela Di Perna, cuñada del Gobernador. Tampoco cae simpático el rol que cumple Daniel Taito sobrino del mandatario. Pero sobre todo crispa la ubicación de su esposa Raquel Di Perna en el primer lugar de la lista de candidatos a diputados provinciales y a su hijo Pablo en el primer lugar, también, de la nómina de concejales de Trelew.

Se da en este comicio una circunstancia inusual: Das Neves, el “hombre fuerte”, el “gran elector”, el “líder excluyente”, terminó siendo el responsable de la crisis y como si fuera un pase mágico en un instante pasó de príncipe a mendigo. Allí, en el dasnevismo habrá una revulsión interna que definirá el futuro de ese espacio.

Otra escena

En caso que el Modelo Chubut gane, cabría preguntarse que significa Buzzi en el nuevo escenario del peronismo provincial. Todo indica que intentará mostrar un perfil más moderno, al menos en las relaciones institucionales.

No obstante, nadie está en condiciones de asegurar que esos cambios no sean cosméticos y que finalmente el nuevo mandatario provincial se someta a los caprichos de la familia Das Neves.

Ese escenario colocará en una posición incómoda o desfavorable a los sectores económicos y laborales de Trelew que tendrán que competir con los comodorenses llegados a Rawson de la mano de Buzzi.

Desde la perspectiva de la realpolitik, el éxito de Buzzi le servirá a Das Neves para renovar, aunque sea en la ficción, sus veleidades presidencialistas. Reivindicará la teoría de que el dasnevismo es invencible en esta etapa de la política argentina. Por el lado de los ideales, querrá presentar a su delfín comodorense como una muestra de la renovación de los liderazgos. Es, con todo, un discurso gastado y poco creíble.

La sociedad espera de Das Neves un gesto de reconciliación con la política para desintoxicar el clima insalubre que instaló en Chubut y que dividió a la sociedad.

Diario de Madryn