Durante la mayor parte de mi vida he vivido en la ciudad. Primero en La Plata, donde nací y desde 1983 en Buenos Aires. Desde hace unos pocos años vivo en un pueblo de 7000 habitantes.
Desde esas grandes ciudades y teniendo en cuenta la centralización absoluta que tiene Argentina, es muy difícil tomar conciencia de lo que realmente es el país todo. Recién cuando estamos alejados de los grandes centros urbanos comprendemos que existe otro país, un país real del que, desde Buenos Aires, en general, no se tiene mucha idea.
Desde que vivo a 2000 km de la ciudad de Buenos Aires he observado mucho este fenómeno del que, mientras viví en ella no tenía conocimiento.
Ahora, mirando la Argentina desde otro lugar, no me parece justo que todo el resto del país esté subsidiando a una parte de él sobre todo porque estos subsidios van a empresas privadas ya sea de luz, transporte, y otras que, no solo se financian con el dinero de todos los argentinos sino que, encima, se llevan sus cuantiosas ganancias con mínima reinversión en el país.
El aumento de electricidad para los altos consumos en la zona de la Capital se producen porque el Gobierno Nacional decidió, por fin, retirar el subsidio a las empresas que la distribuyen.
Por supuesto que todos los habitantes del país nos enteramos por los medios de comunicación todo lo que pasa en Buenos Aires y evidentemente a los que allí viven poco les interesa lo que pasa fuera de esa zona hacia la que todos miramos. Gracias a los medios de Desinformación, a veces me da la sensación que esa parte del territorio nacional es un escenario en el que pasa la vida y todo el resto del país, prolijamente dispuesto alrededor, los observamos como si esa fuera la única película de la realidad.
Pero existe otra realidad. Lamento comunicarles y también lamento haberme dado cuenta recién viviéndola. Servicios muy deficientes, caros. Sin cloacas, sin gas a pesar de los inviernos bajo cero, sin teléfono fijo. Con agua semipotable.
Pero hay que subvencionar a los habitantes del Area Metropolitana para que llenen sus piletas, tengan aires acondicionados y gasten la electricidad que en muchos lugares del país no tenemos.
Comparto totalmente los conceptos del post de Gerardo sobre este tema. El ciudadano tiene la responsabilidad de hacerse cargo de lo que consume y debe crear conciencia del derroche, no sólo por el gasto económico. También porque la electricidad cuesta mucho dinero obtenerla.
Creo que mucho se ha hecho desde el actual gobierno para mejorar la situación del país, que mucho falta, también. Pero pongámonos una mano en el corazón y comprendamos que el mundo va más allá de nuestro ombligo.
Como decimos por acá: Dios está en todos lados pero tiene la oficina en Buenos Aires.
5 comentarios:
Totalmente con vos. Durante estos años venimos escuchando que el gobierno da subsidios a las empresas y qué mal.La clase media de la CABA se queja de que se le da plata a los extranjeros, que le pagamos los tratamientos, los anteojos gratis para los chicos...
Hace 8 años que no pagan lo que corresponde y de eso no se quejan. Si querés 3 aires acondicionados: pagalos
muy bueno, marice........
"pertenecer tiene sus privilegios".dice la propaganda.
te das cuenta que bestialidad!!!
privilegios,y obligaciones?deberes?
un abrazo.
Gracias Monica, gracias Patricio por pasar y por sus opiniones.
Es increible lo distinto que se ve todo desde la distancia. Y conste que jamás digo "interior". Esto, dicho desde Baires, califica las cosas: ¿Allá es el exterior?
saludos
Marice: Buenos Aires vendría a ser la superficie... o la puerta...
Desde ese punto de vista diria que es la superficie,, son los que tienen más posibilidades,
Gracias Alejo por pasar y dejarme tu opinion
saludos
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