domingo, 26 de julio de 2009

La amada de los malqueridos


Por Eduardo Galeano

¡Viva el cáncer!, escribió alguna mano enemiga en un muro de Buenos Aires.

La odiaban, la odian los biencomidos: por pobre, por mujer, por insolente.

Ella los desafía hablando y los ofendía viviendo.

Nacida para sirvienta, o a lo sumo para actriz de melodramas baratos. Evita se había salido de su lugar.

La querían, la quieren los malqueridos; por su boca ellos decían y maldecían.

Además Evita era el hada rubia que abrazaba al leproso y al haraposo y daba paz al desesperado, el incesante manantial que prodigaba empleos y colchones, zapatos y máquinas de coser, dentaduras postizas, ajuares de novia.

Los míseros recibían estas caridades desde al lado, no desde arriba, aunque Evita luciera joyas despampanantes y en pleno verano ostentara abrigos de visón. No es que le perdonaran el lujo: se lo celebraban. No se sentía el pueblo humillado sino vengado por sus atavíos de reina.

Ante el cuerpo de Evita, rodeado de claveles blancos desfila el pueblo llorando. Día tras día, noche tras noche, la hilera de antorchas: una caravana de dos semanas de largo.

Suspiran aliviados los usureros, los mercaderes, los señores de la tierra.

EG/1952 - 26 de julio - 2008

4 comentarios:

Ester Lina dijo...

Me conmueve este texto de Galeano. Muy digno el homenaje que le has rendido a la memoria de EVA en el 57º aniversario de se desaparición física.
Te mando un abrazo!

El anónimo dijo...

Que buen texto de Galeano no lo conocia, verdaderamente conmovedor.

Anónimo dijo...

Yo tampoco conocía el texto de Galeano, un golazo, muy cortito y bien contundente.
Un lindo homenaje.

Eduardo Real dijo...

No a la asunción de Chemes como diputado. Ver:
http://centroizquierda.blogspot.com/2009/07/un-parlamento-de-lujo.html

Soy la mierda oficialista

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