Hay que votar a la oposición para no volver a votar a estadictadura. Que reprime en las calles y que impide marchas pastoralespacifistas, donde se pueda decir la verdad: que Kirchner es Nerón.
Sí, hay que votar a la oposición para que los grandes medios vuelvan a atener libertad de prensa. Y no como ahora que tienen que callarse por miedo a la persecución.
Porque si critican al gobierno van a la mazmorra, y si no lo alaban y dicen que es maravilloso, los echan de /Clarín/, de /La Nación/, de /Perfil/, de /Ámbito/, de /El Cronista/, de /Para Ti/, de /Gente/ y de la mayor parte de los canales y emisoras.
Hay que votar a la oposición porque la Expoagro es postergada y tiene que realizarse a escondidas y con recursos modestos.
Y porque las tapas de los grandes diarios y noticieros están censuradas y condenadas a poner títulos chupamedias del gobierno. Y el ciudadano debe resignarse a tener que leer, ver y escuchar únicamente noticias benévolas oficialistas.
Porque los grandes diarios no pueden publicar editoriales que denuncien escándalos y corrupción; y porque los noticieros tienen que ocultar el drama de la inseguridad y no poner en pantalla a víctimas de delitos para que nadie se entere de que las calles son
un matadero.
Porque los ricos y famosos de la farándula no se atreven a decir lo que piensan acerca de torturar y fusilar o guillotinar a los delincuentes a simple vista.
Porque los taxistas van calladitos sin decir nada en contra del Gobierno y miran por el espejito desconfiando de los pasajeros porteños, que son todos oficialistas.
Porque no se puede denunciar que Guillermo Moreno manipula el Indec.
Y porque el periodismo político está controlado. Y tiene que contenerse de revelar que El Calafate es como el principado de Mónaco.
Y porque ningún entrevistador puede entrevistar libremente a los líderes opositores, que por eso nunca aparecen en pantalla y son condenados al silencio. Nadie sabe quiénes son los políticos
opositores porque no tienen espacio en los medios: los censuran.
Y porque también el campo es silenciado. Y aunque sus dirigentes no participan en la política y son neutrales, es sospechado. Porque los representantes rurales están sin voz, empobrecidos. Porque se les impide bloquear rutas, decomisar camiones y presionar intendentes y
legisladores.
Y mientras, el vicepresidente por temor a represalias no se atreve a confesar su adoración por la soja y debe comportarse furtivamente de todo el esfuerzo que hace para que no haya más retenciones.
Hay que votar a la oposición para que cuando el país deje de percibir estos ingresos, los ciudadanos que no tienen campo compensen la falta de dinero de la retenciones pagando más impuestos.
Hay que votar a la oposición para que el país vuelva al FMI como se debe, para que termine sus relaciones con países indígenas que inferiorizan a la Argentina, y para que los sindicatos dejen de
expoliar a las patronales.
Hay que votar a la oposición para salvarnos de este desastre que no deja ni siquiera ánimo ni plata para festejar Semana Santa e irse a la costa en masa.
Los ciudadanos son sabios. Por eso, si la dictadura gana es por fraude. O por culpa de la OEA.
Por *Orlando Barone* – Diario *“El Argentino”* (17/04/09)
4 comentarios:
impecable.
Besos
Ja! muy bueno Marice.
Muy buena la cita, Maricé.
Saludos
(Qué duro fue volver a Buenos Aires)
Malala,,, justo que se fueron, empezo el frio
Saludos
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