martes, 5 de mayo de 2009

La derrota cultural


Parte del editorial de Luis D´Elia en el programa Sietepuntocero de Radio Cooperativa.

Completo aca, en su blog.


.... Esta historia de mi familia es aplicable a la sociedad Argentina que parece no saber adonde va. Una sociedad que tuvo que soportar tres décadas de derrota cultural, a mi juicio la peor de todas las derrotas.


Primero el terror de estado, el secuestro, la desaparición, la tortura, el asesinato; y después el egoísmo neoliberal de Menem y la pandilla. Miedo mas egoísmo, mala mezcla, que dejó a millones de familias aisladas, con horizontes tan pequeños e inmediatos como el cerco del jardín de su casa.

Adentro de sus hogares creció el consumismo, el hedonismo, la indiferencia, el no te metas, el desprecio de creerse mejor que los otros, la xenofobia racista y el autoritarismo pelotudo de Susana.


Yo me pregunto y le pregunto detrás de cada pibe chorro, de cada consumidor de paco, de cada burguesito de Olivos, La Lucila, Ramos Mejia, que trasuntan la vida, básicamente en una nube de pedos ¿No hay una sociedad que clama por salir de una derrota cultural, la más cara y profunda de todas las derrotas? El modelo neoliberal conservador proclamo la globalización financiera en lo económico, el fin de las ideologías en lo político, el fin del trabajo humano en lo social y la nada en lo cultural. Sí, la nada, en el más profundo y sartreano de los sentidos.


Que vengan Neruda y Manco Kapac, Atahualpa y Mama Ocllo, San Francisco de Asís y Carlos Mujica, Jauretche y Scalabrini, Lenin y el Che Guevara, los Jacobinos franceses y mi padre con sus historias de mate todos los días a las siete de la tarde en nuestra casa sin televisión.


Convoquemos a los pensadores, a los filósofos, a los gurues de todos los signos, de todas las extracciones y de todas las vertientes del pensamiento humano, para que todos los adolescentes del mundo puedan mirarse al espejo como hicimos generaciones enteras y podamos hacernos aquellas preguntas, las que nos hicieron volar y trascender. ¿A qué causa vale la pena ofrecer el resto de mi vida? ¿Cuál es el sentido más profundo de mi existencia?


Posdata: Hoy tenemos miles de pibes a la vuelta de nuestras casas con la cabeza quemada por el olvido y la intrascendencia.

1 comentario:

Ester Lina dijo...

Excelente! Un aplauso para Luis!!! y para vos que lo difundís...
Un abrazote

Soy la mierda oficialista

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